El ajedrez está considerado como el gimnasio de la mente porque tiene muchos beneficios: se potencia la concentración, memoria, constancia, creatividad, lógica-matemática y el autodominio entre otras cualidades.

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Desde que tienen un año les mostramos las tarjetas de imágenes con las piezas del ajedrez. A partir de los 2 años, se trabaja el ajedrez en el tablero humano. Los niños representan con su cuerpo los movimientos de las piezas.

En 4 y 5 años juegan en su aula en el tablero de mesa o en la pizarra digital.

 

El ajedrez, gracias a sus características lúdicas e intelectuales, es un recurso pedagógico apropiado para ayudar a que los niños desarrollen múltiples habilidades mentales que, sin duda, optimizarán sus procesos de aprendizaje, como son: la atención, imaginación, pensamiento, percepción, toma de decisiones memorización…

Colocar el ajedrez al servicio de la educación no sólo tiene como finalidad desarrollar el arte de pensar sino también cultivar los siguientes valores: respeto, responsabilidad, acatar normas, cortesía, aprenderá ganar o perder…